Un día muy productivo, donde los esfuerzos de los días de trabajo pueden verse ya dar frutos.
Muy emocionados y concentrados en sus trabajos, los alumnos van acercándose al final de las formas y acabados de sus esculturas. Se respira una mezcla de alivio por ver que se lograrán las metas y de melancolía a la vez de sentir que nos queda poco de esta estupenda experiencia.
Con la pieza monumental se llegó a la altura prevista de 110 cms y se procedió a preparar el remate de la pieza para que empalme con la tercera pieza y final. Nuevamente Rosario concluyo la última fila de la pieza que se estaba acabando (la segunda) y la primera de la siguiente (la tercera) para lograr el efecto que la división no se note.
Dejamos secando ambas piezas unidas durante la noche para que encojan juntas y se amolden mejor para evitar problemas de empalme.
Contagiado de la energía que se respiraba en el ambiente, este pequeño visitante decidió unírsenos y empezó a elaborar una pequeña escultura.