Una vez más una historia increíble de cómo la comida cura, más que las medicinas que nos alivian un poco y nos arruinan por otro lado. Esta doctora estaba muy mal siguiendo las recomendaciones de sus colegas y tomando drogas… pero todo eso se acabó cuando dejó de tomarlas y cambió su alimentación: se levantó de la silla de ruedas y está cada día mejor. Ahora tiene una clínica para enfermedades autoinmunes y varios libros. Creo que hay mucho que aprender de ella, si se pudo curar estando así de mal, cómo no podemos mejorar nuestra salud mejorando nuestra dieta.
¡Salud a todos!